viernes, 15 de julio de 2016

Piedra.

Voy a hablarte desde el lodazal, desde lo más profundo de este pozo.

La pelea se está librando ahí arriba. Escucho los gritos. De vez en cuando me caen gotas de sangre. No quiero ir.

Esa lucha no es la mía. El barro me está atrapando y cuánto más fuerte intento salir a ayudar, más me acerco al magma.

No quiero seguir luchando. Quiero subir al campo de batalla y perder. Necesito que, en cuanto se asome mi cabeza, un tiro me atraviese frontal y occipital. Sangrar todos mis demonios.

Liberarme.
Perder.
Morir.

Quiero que me quemen en una pira vikinga. Que toquen cornetas y la gente se emborrache mientras me ven arder.

Que quede menos de mí de lo que soy ahora mismo.
Un quartz.
Una pequeña ratona cuántica.

Que cuando el humo de mi alma empobrecida se haya disipado, prosiga la guerra.

Que vuestros fluidos nutran la tierra.