viernes, 26 de diciembre de 2014

Hexagonía.

1.
Locuaz, sagaz, perspicaz.
Camino contra el viento helado.
Los días han parado la contrarreloj
y los sabios mojan sus barbas
regodeándose con cada movimiento del telón.
Están ciegos de envidia.

2.
Huye, me dices.
Continúo sonriendo, traviesa.
El placer disecciona mi vientre. No cederé.
Soldados amontonan leña,
la diversión está presente
mientras Ares llama a la guerra.

3.
Puede que ya esté roto,
que no tenga solución factible. No viable.
Se desnutre por las yagas.
La danza está en el clímax,
no puedo dejar de tocar ahora.
Parte la carne. No dejes de mirarme.

4.
El bosque ha caído en manos del cementerio.
Avanza, no descubras el destino,
ese que escondes bajo tu astrágalo.
La bandera se quema,
no hay prisa.
La reina espera en su caballo, junto a la torre.

5.
Tiemblas mientras duermes.
El frenesí de fluídos madura en los poros,
una buena añada.
Me destapas.
Quizá no haya nada mejor ahora mismo.
Calíope gime al vernos.

6.
Mutiladas ansia y desazón,
persiguen desnudas algo que las alimente.
Acabarán alcanzándome
aunque tenga un valle de ventaja.
Ya veo la hoguera. Puede que jamás la alcance.
El humo huele a cuerpos y miel.




domingo, 21 de diciembre de 2014

Utopías.

Me pregunto en qué piensas, 
ocurre siempre que te miro,
cuando te siento.
Callas, no dices nada y solo me abrazas.
Y yo huyo de mi,
me olvido de lo que quiero saber,
escapo de las preguntas que ocupan mi córtex
y me quedo contigo.
Ahora siempre es contigo.
Sé que hay algo que se me escapa,
algo que me tienes que decir
y no sucede.
Yo mientras espero,
Se me da bien aunque lo lleve mal.
Bebe de mi,
emborráchate
y si quieres, aunque duela,
vete.
Pero no te escondas,
no te calles.
No conmigo.



miércoles, 26 de noviembre de 2014

Rubik.

Sabes que resulta
de cuando la niebla y el aliento se entremezclan.
Dudo.
Retorno.
Por mucho que corra,
sigo alcanzándome.
El vacío, 100 lpm.
La duda, 0 lpm.
Espejismos y un oasis.
Los maxilares se sobrecargan.
Oxitocina.
Serotonina.
Dopamina.
Cortocircuito en el nódulo sinusal.
Continuamos, replico.

sábado, 22 de noviembre de 2014

Pantonario.

Contención.

Las arpas de Delphos destrozan los dedos de Euterpe.
Boca abierta.

Contención.

Queratina y epidermis entonan un canon infinito.
De rodillas.

Contención.

Encías vívidas ponen a prueba epitelios.
Círculos del maíz.

Contención.

Excitantes químicos, drogas vasoconstrictoras.
Anulemos el efecto.

Contención.

Pinta. Enturbia. Empapa. Toma. Sujeta.
Lección aprendida.

Contención.

martes, 18 de noviembre de 2014

Ahuetada.

Y ahí va.
Consumiendo la noche en caladas.
Sin repeticiones.
El acto más puro.
Deidades en los tímpanos
Cuero. Latente. Sistólico.
Caligrafía bicolor.
Convulsa, drogada.
Me rindo.

jueves, 13 de noviembre de 2014

Modales.

El frío me recorre los pies.
No importa,
porque he ido a verte.
Estabas tan acostumbrada a no tenerte
que el sí fue inesperado.
Aquella vez
quise que me tuvieras,
o por lo menos
que tu mano rozara mi muslo.
Los tratos sin contrato no son lo tuyo.
El dejarse llevar,
dejar que ocurra,
no forzar las situaciones.
Destino, le llamas.
Cada día me hablas de él,
y yo callo y te leo.
Y me dices que sí,
que puede pasar,
que quieres probar.
El hijo del miedo.

domingo, 9 de noviembre de 2014

Luces.

Me obligo a decir "lo siento".
Los pecadores que somos tal,
jamás nos arrepentiremos.
Pero sentir,
sentir se sienten muchas cosas.
El frío en las manos.
La sangre latir.
La lluvia en el pelo.
Los colores de las hojas.
El olor a vainilla.
No te importa.
Blanco.
Negro.
Piedra.
Agua.
Alquimistas repiten recetas.
Acróbatas mueren en la función.

lunes, 3 de noviembre de 2014

Core.

Matemos el tiempo con frutas rojas.
Matemos las sábanas con pieles coloradas.
Matemos las películas con clichés
y la música con cerveza.
Matemos el ansia con colillas.
Matemos la rutina con pereza.
Matemos el aire con cuchillos
y el viento con melenas naranjas.
Matemos la lujuria con pecado.
Matemos el pecado con inocencia.
Matemos las curas con llagas
y las sangre con gargantas.
Matemos los gritos con sogas.
Matemos los lloros con seda.
Matemos el deseo con corbatas
y los temblores con correas.

domingo, 2 de noviembre de 2014

Metal.

Trazas posibilidades con agujas de sutura
en papel de fumar.
Tatúas imágenes paganas en cada circunvolución.
Rodeas tus palabras de hielo seco sumergido en tequila.
Y aún así,
te fagocitaría.
En el parque,
con cafés,
con manzanas,
con pelo y escápulas.
Redimiría mis pecados
con mi nariz en tu cuello.
Exculparía mis actos
con mi boca en tu oreja.
Flagelaría mis traumas
en cada diástole contra tus dientes.
Si vas a tomar mi pelo,
espera que me arrodille.
Si vas a tomarme a mi,
espera que me rebele.
Y si luego me castigas,
no esperes que me afecte.
Rojo.
Fuego.
Blanco.
Hielo.

miércoles, 29 de octubre de 2014

Pájaros.

Tus palabras llegan a mi como el mar.
Mojándome.
Salándome.
Enfriándome.
Sorprendiéndome.
Encantándome.
Apareciste de la nada,
entre una bandada de pájaros salvajes
destacando por volar de manera distinta.
Encumbras mi monte de venus
con el humo creado en tus textos.
Las manzanas mordidas saben a deseo carnal,
profundo,
un acantilado hacia el suicidio.
Celotipias.
Bocados de piel.
Cucharadas de diversos fluidos,
-nuestros fluidos-
como migas de pan,
indican el camino a la cama.
Acaricie su teclado para humedecerme con su verborrea indecente,
insaciable,
indecorosa,
irresistible.
Sabe lo que tiene que decir
y como lo tiene que decir
para que la seda
y el encaje
acaben en el suelo arrastrándose.
Y yo me uno a ellos en una danza infinita.
Baile conmigo, caballero.
Quiero desgastar mis rodillas junto a sus pies.


martes, 21 de octubre de 2014

Poleas.

Tus sutilezas me extrangulan.
Dedicas segundos
a lo que a mi me lleva horas.
Los fenómenos de la existencia
no son misterios para ti.
Comienza la cuenta atrás
y cuando llega a uno,
se reinicia.
Dudas de las mariposas
porque sus colores combinan.
El alcohol no proporciona el alzheimer
que tanto buscas con Calíope.
Lo extraordinario de tu diatriba
transforma las palabras
en escalofríos
y éstos en suspiros.
No de amor, eso no existe.
No de miedo.
No de lucha, aunque un poco de eso lleva.
No de pena.
Tú ya lo sabes.
Ven a buscarlo.
El deseo mora en el cayado de la aorta.

jueves, 16 de octubre de 2014

Colloquia.

Miércoles, 18:43

Te sigo recordando.
Me han robado.
Los olores me irritan las coanas,
la vainilla más que ninguno.
Lo dulce es ácido,
como el que me has transfundido.
HCl
H2SO4
Y las canciones tampoco suenan igual;
han cambiado los acordes
por cuchillas
y agujas hipodérmicas.

Miércoles, 21.31

La sangre,
que lleva días manando,
acaba de coagularse.
Duele.
Aunque lleva días así,
ahora es una agonía.
No se pensar en otra cosa.
Ha sido el golpe maestro,
un atraco perfecto.
Las lágrimas disuelven
lenta y certeramente
el fibrinógeno.
El suelo ya está
del color de mis mejillas.

Jueves, 00.08

Dormir se convierte en odisea.
Los apuntes ilegibles
en un charco de LLH.
Salados, NaCl.
Con el grado justo de NH4CN.
¿Te llevará mucho tiempo rematarme?
Porque tengo NaOH
al alcance de la mano.
Ya no quiero seguir con esto.

Jueves, 10.02

Escribo de nuevo.
Se han secado los pómulos
pero te extraño todavía.
Tres gasas no sirven para la cura.
Los segundos son horas
y las horas, días.
Veo un pequeño led, rojo,
al fondo del canal.
Empiezo a transformarme;
metamorfosis en salteadora.
Cada vez estoy más cerca,
ya me ilumina la cara.

Jueves, 11.36

Pienso que es el inicio
del olvido.
Al menos debo estar
en la línea de salida.
Diluyo K en H20
y todo estalla.
Ha terminado
una vida
de un mes.
¿Y ahora qué?
Solo veo cenizas.
¿Habrá muerto el fénix?
¿Se lo habrá llevado Ícaro?

Jueves, 12.04

Ya está.
Vuela alto y grita.
Es el grito de mi muerte.
Lleva contenido mil reproches,
mil dudas,
mil preguntas sin respuesta,
sorpresa e incomprensión.
Asciende,
batiendo las alas como un buitre,
y con el se va Mors.
Se la lleva lejos.
Y entonces,
llego a la luz.
Sucurrere la vitae.

martes, 14 de octubre de 2014

Lagos.

Saliste de la chistera y amaneció.
Quemamos noche, vida y labios
danzando con las sábanas.
Y como buen conejillo, huiste.
Te escondiste en un bosque denso
esperando a que me marchase,
pero no ocurrió.
De hecho, sigue nevando
y yo piso los copos,
ocultando el rastro
para que salgas sin miedo.
Me desgarro el diafragma
gritándote
sólo para que vuelvas.
No quiero poseerte.
Quiero verte sonreír
y morderte las orejas,
que corras libre
como tendría que haber sido.
Que quizá de vez en cuando
encuentre tus huellas en mi puerta.
La vainilla impregna todo,
tu recuerdo lo que más.

martes, 7 de octubre de 2014

Bollos.

Arrugas el ceño.
No te queda sexy. Bueno, un poco.
Soy maleducada pero sólo contigo.
Me gusta llevarte la contraria,
observar como tus ojos empiezan a arder
por mi desobediencia.
Te ofuscas y yo soy feliz.
El fin justifica los medios.
Acato las órdenes según me apetezca.
Dices que no te conteste
y sabes que será lo primero que haré en público.
Y tu ira se incendia en ascuas
que solo se apagan con un objeto en la mano
proporcionándole los pascales necesarios
para provocar chasquidos bermellón.
Travesuras.
Travesuras.
Travesuras.
Odias que lo haga.
Te encanta tener que hacerlo.

domingo, 5 de octubre de 2014

Cortes.

Si me hubieses visto anoche
despeinada por el viento
entre cerveza y tequila.
No paré de contar historias
algunas ficticias, de cuento de hadas.
Pero esas no me gustan.
Lo mío son los asesinatos,
los gritos a quemarropa,
dientes desgarrando piel,
bocas quemando ojos.
Mientras, que corra la sangre
acumulándose en una pequeña grieta.
De vez en cuando la observo, 
controlando cantidades.
A
+
B
-
0
Ven conmigo al aquelarre.
Esta noche sólo hay miedo.


martes, 30 de septiembre de 2014

Cachorro.

Entras en mi vida a punta de pistola.
No hace falta. Baja el arma.
Te doy la bienvenida con gran gusto,
me interesa tenerte cerca.
Tu amor por cuidar cada detalle,
el cariño concentrado en pequeños gestos,
la sutileza que dedicas en tu intento de agradar.
En serio.
Pierde cuidado. Tienes la puerta abierta.
Es tu don innato.
La estética en el movimiento de tus brazos al caminar
como un péndulo.
Hipnotizante.
Ya sabes que puedes pasar.
Pero las amenazas son tu firma,
te motivan para el fin: Atemorizar.
Y todos tiemblan.
Todos menos yo, claro.
Los depredadores más mortíferos son los humanos.
Y tú eres un ejemplar de un magnífico mamífero.
Ahora ya no importa.
Dispara.






domingo, 28 de septiembre de 2014

Simpático y vago.

Soy friolera por naturaleza.
Me gusta el invierno, como a los Stark.
Por eso,
si vas a darme tu amor
hazlo en frío, por favor.

Pero el otoño...
Es otro nivel.
La brisa acaricia mi pelo 
y el sol ya no me quema la piel.

Ya sabes cuánto me gustan las caricias,
- en realidad no todavía,
pero tienes un leve conocimiento de causa- 
en espalda y nuca sobre todo.

Aunque tú no me rozas con las manos.
Lo haces con palabras
ni siquiera verbalizadas.
Te leo y sucumbo,
a ti como al vértigo.

Los arrector pili se activan.
El grupo aductor se tensa.
Los extensores de los dedos de los pies se contraen.
El diafragma se relaja súbitamente
y se me escapa un suspiro que quiere ser grito.

Y cómo no,
mientras
los dientes se hacen cargo del orbicular inferior de la boca,
que sé cuánto te gusta,
- en realidad no todavía,
pero tengo un leve conocimiento de causa-
y sangro.

Rózame.
Acaríciame.
Pálpame.
Arrúllame.
Manoséame.
Abrázame.
Sóbame.
Magréame.
Tócame.

Hazlo con palabras.
El resto acabará asomando.

Felicidades.








viernes, 26 de septiembre de 2014

Houdini.

Tu especialidad no es la música,
Lo tuyo es la magia.
Te dedicas a prestidigitar y desaparecer a tu antojo.
Abres y cierras jaulas, sacas conejos de chisteras.
Creas con palabrería palomas que ululan en tu nombre.
Porque por muy hechicero que te creas ser
no tienes valor.
Por eso te ocultas con capas negras y rojas.
Te metes en barriles encadenados y te dejas caer sobre el público fiel.
Es lo que más te gusta, que nos embelesemos de ti,
creyéndote inalcanzable.
Pero siempre hay algo que sale mal
y cuando te ha tocado entrar en la caja,
pidiéndome a mi que clavara las espadas
te he atravesado el corazón.
No hubo atisbo de duda,
tu final fue certero.
No te hacía falta.
Llevabas toda la vida robándolos para romperlos.
Era tu chiste favorito.
Ahora es tu audiencia la que se carcajea.





jueves, 25 de septiembre de 2014

14.

Es un cuchillo.
Afilado.
Frío.
Desgarrador.
Delicado.
Cortante.
Sugerente.
Atractivo.
Despiadado.
Partitivo.
Hay quien no vería todas estas características en tal objeto.
Pero nosotros somos grandes observadores,
artistas sin leyes,
jugadores por naturaleza
y bellos sin piedad.
Escondidos tras binario y muros
mientras nos tiramos piedras
que se convierten en flores al chocar contra el cristalino.
O en invitaciones a fiestas
sin hora ni lugar.
Vivimos el momento
sin entregarnos a nada
que no sea la entrega misma.
Cambiamos de rumbo,
volvemos al inicio.
Desaparecemos en el equinoccio del día
preparando nuestros colmillos
para usarlos de madrugada.
Movemos engranajes intentando parecer despistados
pero tenemos escrito cada movimiento.
Hoy, por usted, brindo cortando.
Quien sabe mañana.




miércoles, 24 de septiembre de 2014

Cosmos.

Me he duchado y he regresado a ti.
Húmeda en cada poro.
Me esperas solo con los vaqueros y una taza.
Observas anhelante las curvas sinuosas de mi reloj de arena.
No puedo más que sonreír.
Das un sorbo y me ofreces.
Agarro el recipiente abrasador con las dos manos y bebo sin miedo a quemarme.
Eso sólo lo hago contigo.
Una gota se desliza de mi labio
a mi mentón,
descendiendo en una sutil curva por mi cuello,
llega al esternón,
lo recorre por completo con una lentitud dolorosa,
ataca mi abdomen
y se detiene al llegar al ombligo.
Ya sabes lo que tienes que hacer.
El licor de los dioses no se desperdicia.

lunes, 22 de septiembre de 2014

(Paréntesis).

No lo pienses tanto, mi vida.
Deja que ocurra. Pasará.
Estaba escrito en las perséidas.
No sabes lo que te he amado.
Cada vez que inhalaba lo hacía en tu nombre.
Cada vez que exhalaba lo hacía por nosotros.
Has sido un sueño increíble,
de esos que no quieres despertar
y cierras los ojos intentando volver a dormirte
para saber como acaba.
Pero ya no.
En realidad sé que te duele el que haya cambiado de libro,
pero fuiste tú el que no quiso que siguiera leyendo.
Ahora estás tú, ahí, en la agonía de lo perdido,
varando en una orilla de incredulidad.
Pero yo siempre seré primero.
Y aunque te lleve en la piel,
hemos perdido el tesoro
Me tendrás siempre.
Tarde o temprano nos perteneceremos de nuevo.
Hasta entonces, buen viaje.
Nos vemos en el camino.

sábado, 20 de septiembre de 2014

Technicolor.

Hoy estreno vestido y me gustaría compartirlo con usted.
Brocados coral, como el arrecife de muslos.
Los míos no tienen nada especial,
solo que son míos.
Y suyos, si todavía los anhela.
Jugamos con verbas como niños intentando explotar globos. No puede quedar ninguno.
En el embrollo de fotos y álbumes personales
a los cuales llamaremos trofeos de caza,
siempre obtiene una mención especial,
más o menos desacertada, pero siempre inherente.
Mis muslos solo son muslos.
Tensos o relajados, son muslos.
Pálidos o enrojecidos, no dejan de ser muslos.
Si despierto su sed
utilice mis huecos supraclaviculares como vaso.
Nos vemos.
Tengo una deuda pendiente.

viernes, 19 de septiembre de 2014

Enzima.

Como buenos costureros
diseñamos ropajes para las noches otoñales.
Una acción recíproca,
tú tejes con amilasa
y yo con lipasa.
Mezclamos los hilos y creamos la gran capa
que nos cubrirá durante la entrega.
Mide bien, crea el patrón,
al revés de una servidora
que cose y emparcha a ojo
trozo aquí y allá.
No importa el método,
ambos acabaremos vestidos de saliva.

jueves, 18 de septiembre de 2014

Cou.

"Te tengo, bebé"
Joder, ya lo sé. Ya sé que me tienes.
Desde el preciso instante que me otorgaste el beneficio de la duda.
Me tenso sólo con palabras, encadenadas una tras otra en una procesión perturbadora
que me deja sin aliento y me nubla el cristalino.
"¿Había alguna duda?"
No, claro que no. Puede. Pero ya no.
Muevo la cabeza en señal de negativa.
Si pudiera sonreír lo haría, La seda me lo impide.
Se acerca. Puedo oler el deseo.
"Mírame a los ojos"
Levanto la cabeza. Destellan.
Fagocitan mis poros con el ansia de un carroñero.
Levanta una mano, extiende un dedo:
Esternón.
Clavícula.
Mastoides.
"Bien. Vuélvete"
Un sonido gutural es cuanto alcanzo oír de su garganta,
grave, primitivo, ansioso.
Politoxicómanos de la anatomía
tenemos mono de cuellos y nucas.





Pruebas.

La lluvia siempre ha sido mi fiel compañera,
me ha acompañado en multitud de ocasiones.
Me gusta el aroma que deja en mi pelo
y como enfría lentamente mis pies y mis manos,
efecto que se contrarresta con café.
Eso me lleva a decidir si salgo o me quedo.
Si juego o pido tablas.
Me duelen las comisuras,
la sonrisa ha vuelto.
Reina por reina.
Continuemos.

miércoles, 17 de septiembre de 2014

Convulsiones.

Desacelera después de seis vueltas,
frena pausadamente sobre la fracción,
esa que durante meses he ansiado conseguir.
Una ruleta mejor que la rusa.
Con esta no se muere. Con esta te entregas.
De la manera que sea, no existen opciones ni posibilidades.
Y por fin lo he conseguido.
Mi trofeo personal.
La fracción del fractal.
Me miras
y te observo pixelado, semidesnudo.
Sonríes. No sabes qué me ha tocado.
Mi páncreas comienza a ser una fuente de adrenalina infinita.
Empieza a intoxicarme
a segregarse por todo mi ser
casi hasta ahogarme.
Desesperas, sin perder la sonrisa.
Te toca tirar; yo ya tengo mi premio.
Mi fracción es LUGO.




martes, 16 de septiembre de 2014

Quid pro quo.

Estoy descalza en la arena.
Mi piel está áspera por la salitre y me lamo una muñeca.
Me recuesto con la humedad de la playa a mi espalda.
Suena It ends tonight, en el iPod y en mi cabeza.
Una notificación interrumpe la melodía,
ésa que tantos años lleva tatuada en mi alma,
en un hueco oscuro y profundo de mi ser.

Es usted.
Usted. Sí, usted, él que está leyendo esto.
Sabe que lo sé. Sé que sabe que lo sé.
Y sobre todo quiere que lo sepa.
Porque duele, es lo que tiene la guerra.
Pero tengo claro que el juego no ha acabado, 
por ninguna de las partes.
Los perros sólo aúllan si les apetece.
Los labios traviesos sólo besan con lujuria.
Y con desesperación.
Envueltos en llamas.
Y desde aquí le digo
que aún conservan la esperanza de consumirse.
Espero el jaque.
Y debería saber que esperaré lo que haga falta.


L.

Mediodías.

Me he despertado guerrera,
desnuda,
con mi ropa enroscada en el edredón,
con los labios secos y la espalda sudada.
He querido vestirme, tapando lujuria y deseo
pero me he dado cuenta
que quizás
y solo quizás
tendrías que ser tú quien diera tal orden.
Calenté café y quemé mis manos con la taza.
Y el esófago, ese dulce calor en el esófago,
que tanto me recuerda mis noches insomnes
acompañada de mi carmín favorito,
fotografías
y una dirección de envío,
o más bien
un agujero negro.

lunes, 15 de septiembre de 2014

Rueda.

Vives encadenando pasos hacía el vacío,
rememorando flashes de algo que nunca fue,
ilusionándote con cada nueva historia.
El café ya no es para ti.
Has tornado el secuestrador en sicario,
y los sicarios solo beben whisky barato.
Como tus besos, que también son baratos.
Los entregas como aval de un contrato inexistente, sin pena, gloria ni memoria,
a un truhán desamparado que ha perdido el tren y se ha visto cercado en tu territorio, mientras lo engañabas para que metiera la pata en el cepo.
Pero no.
Fue el quien diseccionó tu tórax,
arrancó tu parrilla con costótomo,
desgarró tu pericardio
y se llevó tu corazón en el tren de las 14:49.
No le esperes, 
agoniza mientras encuentras un donante compatible.
Seré yo quien te cosa.

sábado, 13 de septiembre de 2014

Re menor.

Las notas vibran en tímpanos asustados por los recuerdos de noches pasadas,
de fantasías no vividas en sinfonías sin sentido.
Los gatos asustados maullaban a la luna sin motivo aparente.
Pero ellos estaban en el muro de piedra, duro y frío como el corazón de uno de ellos.
El otro clamaba con lengua voraz un sentimiento de palpitación no necesariamente cardíaca.
Las estrellas semejaban asustadas, distorsionadas por las lágrimas y el desconsuelo de manos impacientes,
sin ánimo de lucro,
sin control ni predicción,
sin límites plausibles
como todas los regalos que se hacen al amparo de noches frías de Agosto.

viernes, 12 de septiembre de 2014

Ya.

Mientras escuchaban la sístole como un tambor tribal,
su anatomía temblaba 7 grados Richter.
El pino, indigno sucesor del nogal,
palpitaba y contorsionaba su estructura subatómica
en cada espiral
en cada vórtice
en cada warm hole
Volvía la vista atrás observando la destrucción del holocausto.
El campo de batalla más voraz es un colchón.
El arma más letal es una almohada.

jueves, 11 de septiembre de 2014

Difuntos.

Muérete.
Púdrete lentamente.
Enférmate.
Deshazte de cada recuerdo.
De cada palabra dedicada.
De cada canción inherente.
Tú y tus motivos.
Disculpate y olvídame.

miércoles, 10 de septiembre de 2014

Cabos.

Se perdían entre sábanas y éter,
enganchados como yonkis de la creación más pura,
el placer carnal, infinito,
que se escapa entre la cuerpos prietos por sogas y bocas cintadas con látex flourescente.
A ti, que te llaman de mil formas
menos la que realmente te gusta,
esa solo es mía.
Me envuelves con seda infinita y encorsetada
del mismo color que mi piel,
violácea, en contraste con el blanco que habita normalmente en la tortura que es mi cuerpo.
Saltas los números de cinco en cinco
creyéndote Newton
cuando eres Leonardo,
creador,
destructor,
soñador,
visionario,
impaciente
y como no,
asesino.
Como tú y como yo.
Como ambos.
Aprieta fuerte. Que no se escapen los gemidos.

domingo, 7 de septiembre de 2014

Encías.

Palpitan las nucas en la mañana del desconsuelo.
Arcos de molares recubren pieles saladas formando kanjis,
contando la historia de rebeldes que escaparon del hambre propia para probarse en una danza irremediable y agónica,
derritiéndose entre gemidos y salpicados por el rocío de la madrugada,
con el pelo tan húmedo como sus deseos
y los glóbulos rojos pugnando por salir de la prisión de cuatro trozos de tela.


sábado, 6 de septiembre de 2014

Carmesí.

Dilatando los poros.
Encendiendo mejillas.
Coloreando labios.
Enervando folículos.
Corriendo por capilares.
Derramándose por tu boca.
Emanando de mi vientre.
Extasiando las lenguas.
Encumbrando los clímax.
Agonizando en las entrañas.
Perdiéndose en venas.
Saboreando arterias.

Oh, sangre.
Eres todo.




Nada.

Fino hilo uniendo acantilados.
Vacío.
Quiero caer. Hoy lo deseo.
Un pie se escapa a la trayectoria del nylon.
Me hundo.
El abismo me llama,
acogiéndome con sus patas de tarántula
acaricia mis labios.
No hay más preguntas.


viernes, 5 de septiembre de 2014

Geishas.

La cámara apagada.
Comienzo el harakiri.
Uno.
Dos.
Calor.
Tres.
Cuatro.
Dolor.
Cinco.
Seis.
Sudor.
Siete.
Ocho.
Temor.
Las causas se entremezclan con las lágrimas.
Los porqués se disfrazan con el filo del metal.
Sigo esperando.
Una eterna agonía el motivo.

jueves, 4 de septiembre de 2014

Incendio.

Quería ser tu poetisa.
Tu musa redentora.
Mirarte a los ojos y ver como se escapaban a mis labios rojos,
entreabiertos por el ansia de lo nervioso,
del frenesí que habita en oscuras moradas.
Quería ser tu precipicio.
Esa muralla infinita desde la que suicidarse mientras me entregaba a los sentidos más puros.
Quería ser un desahogo.
El último color por colocar en nuestro cubo de Rubik.
La última película francesa de la historia.
Quería ser tu amplificador de sensaciones.
Ver tu torso y suspirar sobre él,
como un ruego primitivo,
una acción protesta asesina,
un bisturí sanguinario circuncidando tu éxtasis.
Quería ser tu piel.
Un conjunto de entes.
Éter y seda.
Cuerda y caucho.
Proporcionarle cianuro al reloj.
Que el tiempo agonizara entre mis gemidos y los latidos de tu yugular.
Que los mortales nos observaran desde el sumidero mientras emanábamos humo y nos consumíamos en ascuas opalinas.
Sigo queriendo gritar tu nombre con lágrimas en las mejillas.
Sigo queriendo ser tu entropía.




viernes, 22 de agosto de 2014

Vicisitudes.

Me sudan los muslos. Al andar. Desde pequeña. En verano, a veces, tengo que echarme talco donde se juntan para que no me escueza. Y tengo el culo gordo. Y las piernas. Y durezas en los pies. Y pelos donde no debe ser.
Y me salen granos. Y suelo tener ojeras. Y no tengo los dientes blancos, ni están todos en fila, ni son exactos.
Por eso soy perfecta. La perfecta borrega asustada que se pasará la vida tratando de que le quede distancia entre las piernas, de que sólo algunas de sus curvas sean convexas, de que no haya en su cuerpo rastro de pelos, granos, manchas, pieles muertas... Que comprará cosas, revistas, cremas. Que se avergonzará de su cuerpo y querrá el de otras, y se culpará de no tenerlo. Que lo esconderá como pueda, por miedo a escuchar la mirada ajena. Que se sentirá gorda, fofa, fea. Que se creerá invisible, inquerible, infollable, despreciable...
O igual no soy tan perfecta. Igual soy una mujer grande, en una autoestima pequeña. Igual me pierdo todo lo que dicen estos ojos, porque los uso sólo para buscarme nuevos rincones fofos. Igual estoy desperdiciando el tiempo, empeñada en que no se me note por fuera. Igual me despierto un día de estos, y me rindo y pierdo la batalla imbécil de soñar con estar buena.
Y entonces, igual, empiezo a entender que para sentir fuego en el pecho no hace falta tener las tetas tiesas. Que para morder con placer no hace falta tener una boca tierna, que lo que importa es mover el culo al bailar, al correr, al pedalear, al follar, no las dimensiones que tenga. Que mi cuerpo es mi única arma para ser, no un solar en el que acumular mis mierdas. Que para disfrutar de que te acaricien el pelo, no hace falta currarse una preciosa melena.
Igual un día entiendo que no hay nada valioso en la belleza, que es sólo un invento de quienes no les conviene que me quiera. Porque dejaría de comprar, de esconderme, de juzgarme, de envidiar. Y entonces me sentiría libre y valiente y dueña de mis pies, de mi culo, de mis tetas, de mis pelos, de mis curvas, de mi coño, de mis piernas. Y usaría mi cuerpo para vivir, no para envolverlo en complejos y cremas. Y sería mucho más feliz. Y eso, en este mundo, no cuela.

miércoles, 20 de agosto de 2014

Anthrax.

Inhala.
Enturbias el agua cristalina con pisadas de emperador.
Los bancos de peces te siguen aunque tengan que nadar contra la marea.
Gritas provocando olas de lujuria salvaje.
Las islas tiemblan para unirse a tu séquito.
Emprendes un viaje hacia el cielo, escapando de la raza humana vacía.
Vuela alto, Ícaro.
El sol no quema a los dioses.

martes, 19 de agosto de 2014

Cuerdas.

Átame fuerte.
No dejes centímetro sin cuerda.
Aléjate y contempla tu obra.
Somos curiosos, investigadores, ansiosos y descarados. Con la sutileza que nos caracteriza temblamos con cada poro.
Nos estremece el rojo.
No me sueltes. Lo quiero así.

domingo, 17 de agosto de 2014

Lazos.

Los inocentes observan.
El campo está minado. Las palabras cortan como un bisturí de oftalmología.
Pequeño.
Preciso.
Ágil.
La hierba no crece
donde nuestros cuerpos han llacido.
El aire no oxigena
donde nos hemos inhalado.
Los engaños no existen
donde nosotros jugamos.
Cobrizo, como el fuego, le regalas tu presencia al universo.
Muerde. Fuerte.
El dolor no existe en el campo de batalla.

viernes, 15 de agosto de 2014

Abstinencia.

Escapemos por los callejones.
Llueve y nos empapamos, pero en nuestro interior no tiembla el frío.
Sabemos que va a ocurrir, el motivo por el que hemos coincidido.
Simbiosis.
Me das la espalda y me reencarno en Nosferatu.
Así lo has decidido, así te he complacido.
La sangre corre por cada adoquín. Libre, como siempre debió ser.


jueves, 14 de agosto de 2014

Pirómano.

Fuego:
Corre conmigo, acompáñame a la cima y quémame.
Junta mis cenizas para convertirme en fénix.
Como cada miércoles.
Fuego:
Átame y no me sueltes. Soy tu valquiria.
Fuego:
Consúmeme.
No dejes nada de la persona que era.

sábado, 9 de agosto de 2014

Soliloquium.

"Vendetta". Repite como un mantra.
La madera ha vuelto su cuerpo incandescente.
"Vendetta". Con cada golpe una pulsión bajo la carne.
"Dolce Vendetta". Sonríe bajo la situación. Un peón será coronado.
"Deliziosa Vendetta". Un golpe certero la encorva. Exhala un alarido que se desvanece en la penumbra.
La agonía previa al clímax de la entrega.

viernes, 8 de agosto de 2014

Contención.

Vestido de flores y sus gafas de sol a juego con los labios de sangre.
Se sienta nerviosa optando por no buscar.
Siente su presencia. Puede notar el sonido de los engranajes mientras se aproxima.
Se le abre despacio la boca.
El maxilar inicia un lento viaje de retoceso al tiempo que sus dientes superiores rozan el carmesí del labio inferior.
Sus entrañas se constriñen y sus piernas se tensan frenéticas.
Ya nota su olor; el calor de su cuerpo emanado de manera despiadada.
Se parapeta en frente de ella, que ni suelta el labio ni levanta la cabeza.
Solamente un gesto sutil de su cuello acompañado de una mirada baja y leve que encierra promesas, rendición y deseos por cumplir.
Admirado ante su obra, sonríe el perpetrador.
Se alejan hacía un universo  con mares de fuego.
No podéis detener a los hijos de la sed.

Impíos

Bajo nuestros pies la tierra sigue partiéndose.
Resquebrajándose.

Has pretendido tomarme de la mano para que me quedase contigo mientras el mundo se hundía a nuestros pies.

La he cogido para engañarte y luego te he soltado.

Los jilgueros no son capaces de cantar encerrados en jaulas de egoísmo.



*B

jueves, 7 de agosto de 2014

Génesis

Hace mucho tiempo que quería dejarme caer por aquí.  He tenido varios intentos frustrados, pero dicen que a la tercera va la vencida.
Empiezo una nueva etapa y en ella se van a quedar atrás muchas cosas. Es evidente que en algún texto alguna de ellas saldrá a coalición. Por favor, si te sientes identificad@, guárdatelo. Esto no pretende ser un campo de batalla privado.
Todo lo que vais a leer podrá contener dobles sentidos, ironía, crueldad, sinceridad, reflexiones, lascivia o nada de lo anterior. 
No tengo porqué dar explicaciones, pero me gusta dejar las cosas claritas.
Y bien, que empiece el juego.