viernes, 22 de agosto de 2014

Vicisitudes.

Me sudan los muslos. Al andar. Desde pequeña. En verano, a veces, tengo que echarme talco donde se juntan para que no me escueza. Y tengo el culo gordo. Y las piernas. Y durezas en los pies. Y pelos donde no debe ser.
Y me salen granos. Y suelo tener ojeras. Y no tengo los dientes blancos, ni están todos en fila, ni son exactos.
Por eso soy perfecta. La perfecta borrega asustada que se pasará la vida tratando de que le quede distancia entre las piernas, de que sólo algunas de sus curvas sean convexas, de que no haya en su cuerpo rastro de pelos, granos, manchas, pieles muertas... Que comprará cosas, revistas, cremas. Que se avergonzará de su cuerpo y querrá el de otras, y se culpará de no tenerlo. Que lo esconderá como pueda, por miedo a escuchar la mirada ajena. Que se sentirá gorda, fofa, fea. Que se creerá invisible, inquerible, infollable, despreciable...
O igual no soy tan perfecta. Igual soy una mujer grande, en una autoestima pequeña. Igual me pierdo todo lo que dicen estos ojos, porque los uso sólo para buscarme nuevos rincones fofos. Igual estoy desperdiciando el tiempo, empeñada en que no se me note por fuera. Igual me despierto un día de estos, y me rindo y pierdo la batalla imbécil de soñar con estar buena.
Y entonces, igual, empiezo a entender que para sentir fuego en el pecho no hace falta tener las tetas tiesas. Que para morder con placer no hace falta tener una boca tierna, que lo que importa es mover el culo al bailar, al correr, al pedalear, al follar, no las dimensiones que tenga. Que mi cuerpo es mi única arma para ser, no un solar en el que acumular mis mierdas. Que para disfrutar de que te acaricien el pelo, no hace falta currarse una preciosa melena.
Igual un día entiendo que no hay nada valioso en la belleza, que es sólo un invento de quienes no les conviene que me quiera. Porque dejaría de comprar, de esconderme, de juzgarme, de envidiar. Y entonces me sentiría libre y valiente y dueña de mis pies, de mi culo, de mis tetas, de mis pelos, de mis curvas, de mi coño, de mis piernas. Y usaría mi cuerpo para vivir, no para envolverlo en complejos y cremas. Y sería mucho más feliz. Y eso, en este mundo, no cuela.

miércoles, 20 de agosto de 2014

Anthrax.

Inhala.
Enturbias el agua cristalina con pisadas de emperador.
Los bancos de peces te siguen aunque tengan que nadar contra la marea.
Gritas provocando olas de lujuria salvaje.
Las islas tiemblan para unirse a tu séquito.
Emprendes un viaje hacia el cielo, escapando de la raza humana vacía.
Vuela alto, Ícaro.
El sol no quema a los dioses.

martes, 19 de agosto de 2014

Cuerdas.

Átame fuerte.
No dejes centímetro sin cuerda.
Aléjate y contempla tu obra.
Somos curiosos, investigadores, ansiosos y descarados. Con la sutileza que nos caracteriza temblamos con cada poro.
Nos estremece el rojo.
No me sueltes. Lo quiero así.

domingo, 17 de agosto de 2014

Lazos.

Los inocentes observan.
El campo está minado. Las palabras cortan como un bisturí de oftalmología.
Pequeño.
Preciso.
Ágil.
La hierba no crece
donde nuestros cuerpos han llacido.
El aire no oxigena
donde nos hemos inhalado.
Los engaños no existen
donde nosotros jugamos.
Cobrizo, como el fuego, le regalas tu presencia al universo.
Muerde. Fuerte.
El dolor no existe en el campo de batalla.

viernes, 15 de agosto de 2014

Abstinencia.

Escapemos por los callejones.
Llueve y nos empapamos, pero en nuestro interior no tiembla el frío.
Sabemos que va a ocurrir, el motivo por el que hemos coincidido.
Simbiosis.
Me das la espalda y me reencarno en Nosferatu.
Así lo has decidido, así te he complacido.
La sangre corre por cada adoquín. Libre, como siempre debió ser.


jueves, 14 de agosto de 2014

Pirómano.

Fuego:
Corre conmigo, acompáñame a la cima y quémame.
Junta mis cenizas para convertirme en fénix.
Como cada miércoles.
Fuego:
Átame y no me sueltes. Soy tu valquiria.
Fuego:
Consúmeme.
No dejes nada de la persona que era.

sábado, 9 de agosto de 2014

Soliloquium.

"Vendetta". Repite como un mantra.
La madera ha vuelto su cuerpo incandescente.
"Vendetta". Con cada golpe una pulsión bajo la carne.
"Dolce Vendetta". Sonríe bajo la situación. Un peón será coronado.
"Deliziosa Vendetta". Un golpe certero la encorva. Exhala un alarido que se desvanece en la penumbra.
La agonía previa al clímax de la entrega.

viernes, 8 de agosto de 2014

Contención.

Vestido de flores y sus gafas de sol a juego con los labios de sangre.
Se sienta nerviosa optando por no buscar.
Siente su presencia. Puede notar el sonido de los engranajes mientras se aproxima.
Se le abre despacio la boca.
El maxilar inicia un lento viaje de retoceso al tiempo que sus dientes superiores rozan el carmesí del labio inferior.
Sus entrañas se constriñen y sus piernas se tensan frenéticas.
Ya nota su olor; el calor de su cuerpo emanado de manera despiadada.
Se parapeta en frente de ella, que ni suelta el labio ni levanta la cabeza.
Solamente un gesto sutil de su cuello acompañado de una mirada baja y leve que encierra promesas, rendición y deseos por cumplir.
Admirado ante su obra, sonríe el perpetrador.
Se alejan hacía un universo  con mares de fuego.
No podéis detener a los hijos de la sed.

Impíos

Bajo nuestros pies la tierra sigue partiéndose.
Resquebrajándose.

Has pretendido tomarme de la mano para que me quedase contigo mientras el mundo se hundía a nuestros pies.

La he cogido para engañarte y luego te he soltado.

Los jilgueros no son capaces de cantar encerrados en jaulas de egoísmo.



*B

jueves, 7 de agosto de 2014

Génesis

Hace mucho tiempo que quería dejarme caer por aquí.  He tenido varios intentos frustrados, pero dicen que a la tercera va la vencida.
Empiezo una nueva etapa y en ella se van a quedar atrás muchas cosas. Es evidente que en algún texto alguna de ellas saldrá a coalición. Por favor, si te sientes identificad@, guárdatelo. Esto no pretende ser un campo de batalla privado.
Todo lo que vais a leer podrá contener dobles sentidos, ironía, crueldad, sinceridad, reflexiones, lascivia o nada de lo anterior. 
No tengo porqué dar explicaciones, pero me gusta dejar las cosas claritas.
Y bien, que empiece el juego.